Por Fernando Fabre
Vivimos en un mundo que no ofrece una cancha pareja para toda población. No todas las personas tienen acceso a la tecnología y, sin embargo, prácticamente todo el mundo cuenta ya con un dispositivo móvil. Asimismo, llevamos décadas escuchando que la tecnología promete ser el gran democratizador para las sociedades. Es en ese contexto que el Índice de Innovación en Tecnología cumple un rol esencial para comprender en qué punto nos encontramos respecto de estas cuestiones.
¿Cómo medimos el uso de las herramientas tecnológicas? La primera pregunta tiene que ver con qué aplicaciones utilizan las personas, es decir, cómo es el “prime real estate” de la pantalla del dispositivo de cada usuario, cuáles son aquellas que aparecen en su pantalla de inicio y predominan.
En segundo lugar, qué impacto creen que tienen esas aplicaciones en su calidad de vida (positivo, neutral o negativo). Tras hacernos estas preguntas nos encontramos resultados fascinantes para considerar.
Para realizar este trabajo fue preciso dividir los interrogantes en grandes áreas de la vida cotidiana: cómo te comunicás, cómo te entrenenés, cómo te educás, cómo accedés a la salud, cómo accedés a la información, y hasta qué aplicaciones usás para citas románticas. A partir de esta división nos encontramos en primer lugar que todos los argentinos prácticamente usan la tecnología para la comunicación, y dentro de ese 98% de usuarios que tienen apps para comunicarse, el 93% utiliza WhatsApp, que es por mucho la herramienta más dominante en todo el país; es más difícil encontrar una persona que no la use.
Otro dato que sorprende es que cerca del 80% de las personas en Argentina utilizan tecnología en educación, y de ese porcentaje, el 60% utiliza YouTube como principal plataforma educativa. De esta forma podemos definir a YouTube probablemente como la escuela más grande del mundo, ya que desde esta app podemos aprender desde cómo hacer un asado al carbón hasta cómo programar con lenguaje Python para principiantes.
Con estos datos se construyó el primer Índice de Innovación, el cual mide el porcentaje de la población que adopta aplicaciones de tecnología y estas mejoran su calidad de vida en prácticamente todas las áreas de su vida cotidiana. El resultado es que el 39% de los argentinos adopta herramientas tecnológicas para todas las áreas de su vida cotidiana y tiene cubiertas sus necesidades. El 100% sería que todas las personas en la Argentina, en todas sus áreas de vida, consideran que la tecnología resuelve sus necesidades.
¿Qué pasa con el otro el 61% de la población? Ahí se dividen dos: hay un grupo de personas que sostiene estar interesado en la tecnología, pero que no encuentra una solución que resuelva sus problemas; mientras que hay otro grupo que directamente no se interesa por estas herramientas. Si bien, falta mucho por recorrer, este es el primer índice que se hizo en Argentina, por lo que será preciso – y ya estamos trabajando- hacer la misma encuesta en otros países de Latinoamérica para comparar.
Es importante poder contar con esta información sobre el uso de tecnología y el impacto en la calidad de vida de los argentinos, comparado con México, Brasil, Chile y demás países de la región para comprender cómo estamos como país en este aspecto.
Para concluir nos preguntamos, ¿por qué es importante contar con un índice de innovación? A la hora de desarrollar un emprendimiento, realizar una inversión o crear políticas públicas, claramente el uso de la tecnología para herramientas de comunicación es un tema muy cubierto para las necesidades de la población, pero al momento de pensar en herramientas de productividad o búsqueda de empleo encontramos un diferencial enorme. Hay una gran oportunidad en muchos nichos de los cuales pueden verse beneficiados por los análisis de esta encuesta, es por ello que celebramos esta primera aproximación a la realidad de los argentinos.
(*): Director del Hub de innovación del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA)